Las leyendas tailandesas son muy curiosas y de una enorme variedad. Es más, son fiel reflejo de la riqueza cultural del país. Sin embargo, no penséis que los mitos tailandeses son algo del pasado. Todo lo contrario, una gran parte de la población cree en ellos y los tiene en cuenta en su vida diaria. Por eso, si venís a Tailandia y sabéis algo sobre las leyendas tailandesas, podréis entender mejor ciertas actitudes de los tailandeses.
Phi Kong Koi, el vampiro de las leyendas tailandesas
Aunque es difícil dar una idea de su imagen, se dice que Phi Kong Koi es feo y recuerda a un mono. Además, se mueve a saltos sobre una única pierna mientras emite horribles gritos que suenan algo así como “koi, koi, koi”. Hay gente que dice que su boca tiene forma de tubo, como la de un mosquito. De hecho, se supone que con ella chupa la sangre de los pies de aquellos que vagan por la jungla donde habita. Por eso, todo el que viaja por el bosque debe dormir con sus pies cubiertos. Por lo que parece, es uno de los mitos tailandeses que tiene que ver con actos de canibalismo de antiguas etnias del bosque.
Mae Nak, uno de los mitos tailandeses más extraños
Se trata de la historia de una mujer, Nak, y su marido, Mak. La mala suerte hace que Mak se vaya a la guerra apenas su mujer se queda embarazada. Una vez allí, Mak no recibe noticias de que su mujer y el niño han muerto porque se complicó el parto. Es más, cuando vuelve a casa madre e hijo lo esperan y Nak no percibe nada raro. Sin embargo un día ve con horror cómo Mak alarga el brazo sin medida para recoger un limón del suelo. Entonces se da cuenta de que su mujer es un fantasma y sale huyendo. Por puro despecho, Mak comienza a asustar a todo el mundo y le tienen que practicar exorcismo. Se dice que tras esto su espíritu se quedó atrapado en el cinturón de un monje, que hoy en día guarda la familia real de Tailandia.
El monje que era mago
Se trata de un monje que tenía poderes, se volvía tigre y se iba comiendo poco a poco a los novicios del templo. Por eso, llegó un momento que se quedó solo y sin comida. Entonces, pidió a los aldeanos de la zona que le enviaran a sus hijos para cuidarlo… y se los comió también. Tal fue la situación que el monje-tigre acabó por comer todo bicho viviente que se ponía a tiro. Sin embargo, su suerte cambió cuando un mercader pidió pasar la noche en el templo. Este hombre, que también tenía poderes mágicos, hizo tres búfalos de cera con grandes cuernos y los puso a vigilar por la noche. Cuando el tigre apareció, los búfalos cobraron vida y le dieron muerte. Así fue que a la mañana siguiente se encontró al monje sin vida, con los cuernos de los búfalos clavados por todo el cuerpo.
Krasue, otra de las leyendas tailandesas sobre mujeres fantasma
Krasue es una mujer fantasma que vaga por la noches porque ha sufrido una maldición. Aunque algunas versiones achacan el castigo a su falta de moral y sus crímenes. No obstante, lo que más llama la atención de Krasue es su rara apariencia. Sobre todo, porque su cabeza se desliza flotando entre llamas mientras los órganos internos de su cuerpo cuelgan del cuello. De hecho, la parte inferior del cuerpo es invisible. Se supone que un mago habría tratado de anular la maldición que pesaba sobre ella. Sin embargo, el hechizo llegó tarde y solo pudo actuar sobre la cabeza, las vísceras y los intestinos. De ahí que su fantasma se presente con tal extraño aspecto. Además, Krasue tiene un apetito voraz y se alimenta de desechos y de la sangre de los heridos.
Krahang, el “marido” de Krasue
Se dice que Krahang es un brujo que practica la magia negra. Aunque de día vive como una persona de campo normal, por las noches se transforma y vuela gracias a dos cestas de arroz que usa como alas. También cabalga sobre un mazo de madera que se usa para el trabajo del arroz y se viste con un taparrabos. Se trata de otro fantasma de la noche que comete crímenes horrendos y suele ir a la par de Krasue, la mujer fantasma. Además, su leyenda no decae, porque hay personas que dicen haberlo visto en los últimos años. En concreto, una mujer de la zona de Isan dijo no haber podido grabarlo con el móvil por cuestión de segundos. Incluso ha habido denuncias ante la justicia que achacan a Krahang ciertos crímenes en villas remotas.
La montaña de la dama dormida
La sierra de Doi Nang Non, en Chiang Rai, ocupa un lugar en las leyendas tailandesas. Sobre todo, porque tiene una forma poco usual que recuerda a una mujer dormida. Según la leyenda, un hombre huyó tras dejar embarazada a una bella princesa que lo amaba con locura. Sin embargo, como ella no sabía nada, salió a buscarlo y caminó durante días hasta que no pudo más de cansancio y cayó exhausta. En ese justo momento, la princesa se dio cuenta de que su amado la había dejado para siempre. Entonces, gritó con total desesperación y sintió un dolor tan grande que murió de amor. Poco después, su fantasma abandonó el cuerpo y creció de tamaño hasta que se convirtió en la sierra de Doi Nang Non. De ahí que hoy en día se la conozca como la montaña de la dama dormida.
El monje de los milagros
Es uno de los monjes que más se veneran y respetan en Tailandia. Ya de niño llamó la atención cuando una serpiente no le mordió y le dio una perla en su boca. Otro momento clave en su vida fue cuando se ordenó monje y partió a Ayutthaya en barco. En el viaje hubo una gran tormenta y los que iban con él pensaron que la había causado y quisieron tirarlo por la borda. Sin embargo, el monje hizo el milagro de calmar el mar y volver las aguas potables. Un tercer suceso que forjó su fama fue cuando encontró la solución a un enigma que nadie más podía resolver. Además de resolver muchos más enigmas, el monje milagroso vivió hasta los 120 años. Por todas estas hazañas, los tailandeses portan amuletos con su imagen ya que piensan que tiene poderes mágicos.
Los Pret, una de las leyendas tailandesas que más se celebran
Los Pret son espíritus del folclore budista de Tailandia. Se trata de seres muy altos que emiten sonidos muy agudos. Además tienen un hambre voraz que nunca se sacia, porque su boca es muy pequeña por haberse portado mal. Y es que los Pret son almas de personas que han sido malos con el prójimo. O que han dado mucha importancia al dinero y lo material. Por eso, tienen que purgar sus pecados para “pagar su karma”. Además, habitan un mundo paralelo al nuestro, donde todo es insano y feo. Por esta razón, los tai mayores les dicen a los niños que no se porten mal o se volverán Prets. Si queréis ver alguno, no dejéis de ir al festival de los fantasmas Phi Ta Khon en la zona de Isan.
Nang Tani, uno de los mitos tailandeses más curiosos
La leyenda dice que Nang Tani es una hermosa mujer que habita en los árboles de banano. Además, viste traje típico tai, tiene el largo y negro, la piel de tono verdoso y los labios pintados de rojo. Por lo general, Nang Tani es buena y suele cuidar de personas con problemas. Sin embargo, suele castigar a los hombres que la traicionan en el amor o se portan mal con las mujeres. Casi siempre se muestra en las noches de luna llena, de pie y flotando a ras del suelo junto a un banano. Por eso, muchas personas le dejan ofrendas a los pies del árbol para que les de buena fortuna. También es frecuente que la gente porte amuletos de protección con su figura.
Phi Am o la parálisis del sueño
Tal como cuenta la leyenda, Phi Am es un fantasma que, cuando elige una víctima, se sienta en su pecho y le causa malestar, incluso la muerte. No obstante, se dice que ataca más a los hombres que a las mujeres. Por eso, lo que hacen muchos es meterse en la cama con los labios pintados. De ese modo, cuando Phi Am se presenta, piensa que es una mujer y no le hace daño. Esta leyenda recuerda a lo que llama parálisis del sueño. Es decir, un estado en el cual la persona está medio despierta o medio dormida, pero no se puede mover. Además, durante los minutos que dura ese estado, la persona puede escuchar sonidos extraños o tener visiones de demonios.
Fijo que alguna de estas leyendas tailandesas ha llamado vuestra atención. Como veis, son de lo más variado porque hay hombres y mujeres fantasma, vampiros, personas loables, magos, etc. En realidad, estos mitos tailandeses confirman la riqueza cultural de Tailandia, un país que combina la magia, el exotismo y la tradición. De hecho, si hacéis un viaje por Tailandia, veréis cómo los tai tienen en cuenta muchas de estas leyendas en su día a día.
¡Ayúdanos a compartir!